Notita de redacción: Amiguito, ¿sabes que el 13 de noviembre del año pasado cantó Björk acá? ESO fue el cielo jejeje
Continuando, mientras conocía a más fans, me percaté de una encuerada y pelucona pandilla que rondaba por ahi cerca esperando a alguien, a The Jesus and Mary Chain, quienes al rato aparecieron, y sin Scarlett Johansson, y eso sí que fue triste. Pero firmaron autógrafos y se tomaron fotos. Eran dos, uno igualito a Matthew Barney (el dorima de Björk) y otro igualito a Pedro Almodóvar. Just like honey.
Y luego de ese ratito, una rápida transición hacia la noche, una ida al baño, más fans que llegaban, un cono de helado en McDonalds, la llegada de bjorkhólicos, fotos para etiquetar, conseguir papel y plumones, otra ida al baño, una escuchada a Paper planes de M.I.A, una escuchada a la radio, dos chequeadas a la pantalla de llegadas y una vueltita por ahí; dieron las 8 y media y se suponía que ya llegaba (después de como 5 vuelos). Eso ya se parecía al chiste del chanchito verde.
Pero de pronto los rumores comenzaron, los nervios arreciaron, los fans saltaban cual gusanos y de pronto resulté por fuera de salidas internacionales tomándole fotos a Wo_oW con fulanos (as) que resultaron ser bailarines de la Kylie. Mientras, otra bjorkhólica recolectaba autógrafos dando lugar a la que fue de hecho la frase de la noche:
- No sé.........jajajajajajajaa
Pero, de hecho, mi amiga bjorkhólica vino preparada:
Y un rato después, todos a una puerta al costado de la salida común. Los ánimos se exaltaban, los gritos comenzaban.....y de pronto...........KYLIEEE......no.
Esa era muy alta para ser Kylie. Hasta yo lo sé.
En fin, luego de ese primer lapsus histérico - colectivo sucedió. La chata salió, y lejos de sobrarse saludó y se acercó a firmar autógrafos. La gente estaba en extasis y la leca Wo_oW al borde del paro cardiaco. Un desfibrilador plis. Mi cámara, luego de haber pasado horas probándola, me falló justo en ese momento, poniéndose lenta y finalmente anunciándome que la tarjeta de memoria estaba llena. D'oh!. Pero al menos pude captar la mano de Kylie firmando un autógrafo. Algo es algo.
Pero sin duda el más contento fue mi amigo leca. Feliz por su autógrafo fresquecito, bañado en lágrimas y al borde de un colapso, prometiendo ir a buscarla al hotel. Yo, divertida con esta crónica histérica pero con un gran dolor de cabeza. No todos podemos ser felices.